22 sept 2009

Xelva pa cagarse.


Cinco largos años comentaban algunos que habían pasado desde que se hizo, por última vez, una de las rutas con más riqueza visual de cuantas tenemos en el calendario de la Penya. Chelva-Calles-Chelva. Además el tiempo, adverso en los últimos días, quiso hacernos un regalo y pudimos disfrutar de una matinal espectacular.

Y es que tanto el punto de salida de la ruta, allá en la Ermita de Remedio de Chelva con unas vistas increíbles de la comarca, como el tramo del acueducto de Penya Cortada de obligada visita para todo aquél que no lo conozca, como las vistas desde Puente Alta, el circular en paralelo junto al río Turia para terminar viendo Chelva desde un punto de vista distinto y hacer la Ruta del Agua con la tranquilidad que se merece, son un verdadero deleite para los sentidos.

Lástima que en esta ocasión solo fuésemos diez los afortunados que pudimos disfrutar de tales paisajes, pues rutas como estas siempre parecen idóneas, a priori, para una concurrencia alta de bikers. Quizás el desconocimiento de lo que se iba a hacer unido a la distancia del lugar, hayan hecho el resto. Pero cuquets, en ocasiones hay que desplazarse más allá de los limites de nuestra comarca para descubrir nuevas rutas y afrontar nuevos retos.

En cuanto al discurrir de la ruta pues decir que transcurrió sin sobresaltos. Solamente el Indio sufrió un pequeño susto al hacerse un invertido en la trialera de bajada del acueducto del que, afortunadamente, salió indemne, pero que dejó su montura un tanto maltrecha.

Mención especial para la mesonera del bar de Calles. Un encanto de “chiquilla” con unos “encantos” especiales que hicieron las delicias de los allí presentes. Nos soplaron 9 aurelios por barba, pero no se quejó ni el tato.

Como conclusión decir que disfrutamos de una jornada de MTB diferente, con escasa dificultad física, pero con una alta recompensa en cuanto a lo visto y disfrutado.

By Polo.




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